Ante la versión de que Milei retomaría sus criticas al régimen comunista en la ONU, el gobierno chino filtró que podría abandonar las represas. En Beijing crece el hartazgo porque pese a renovar el swap sigue todo trabado.
La versión filtrada por la Casa Rosada de que el presidente Milei podría retomar sus críticas a China en su primer discurso ante la Asamblea de la ONU, puso la relación con el gigante asiático al borde del colapso.
La paciencia del régimen comunista con Milei está cerca de agotarse y en las últimas horas el gigante asiático se encargó de mandar una señal: filtró un ultimátum al gobierno por la obra de las represas de Santa Cruz: si durante octubre la administración libertaria no firma la Adenda XII, documento clave para el avance de esas obras, la empresa dejará el país.
Desde el 18 de diciembre, permanecen paralizados los trabajos en las centrales Jorge Cepernic y Néstor Kirchner debido a la falta de esa firma que le reclama a Milei la empresa Gezhouba, que desarrolla en el complejo hidroeléctrico de Santa Cruz la obra de ingeniería china más importante que se construye fuera de territorio chino.
“Los chinos están hartos, tuvieron el gesto de renovarle el swap a Milei sin someterlo a una negociación en ese momento, pero pasaron los meses y el gobierno no cumplió nada de lo que había prometido”, afirmó a LPO un empresario que conoce de cerca la negociación por las represas.
En efecto, en junio China le renovó a Milei el swap por un año, pese a las barbaridades que el libertario había dicho del gigante asiático y los coqueteos con Taiwan de la canciller Mondino, una línea roja para China. Fue el ministro Luis Caputo quien maniobró ante el Presidente para que la corte con sus ataques a China al advertirle que, sin la renovación del swap de monedas, el país entraría en default.
El gobierno chino renovó el swap a la espera de gestos de Milei como la firma de la Adenda XII por las represas, pero no sucedió. Si China se retira de esa obra se caerían todos los convenios firmados con la Argentina.
Milei cortó el fuego retórico contra el gigante asiático y, a pesar de algunas intervenciones de la canciller Diana Mondino que sacudieron las ya endebles relaciones diplomáticas, el gobierno chino renovó el swap a la espera de gestos del libertario como la firma de la Adenda XII por las represas, un trámite menor que el gobierno no concretó.
Ahora China advirtió que si para el próximo mes no hay novedades del Gobierno la empresa se retira y la obra se cierra. El problema es que China es un país comunista donde todas las empresas funcionan bajo el control último del Estado. “Si China se va de las represas se van de todos lados”, advirtió con preocupación un funcionario del interior que administra una de las tantas inversiones chinas en infraestructura la Argentina.
Además de las represas el gigante asiático financia obras de modernización del Belgrano Cargas, parques solares en Jujuy, puertos sojeros en la zona núcleo, entre otras inversiones de cientos y hasta miles de millones de dólares.
La advertencia sobre el abandono de la obra de las represas pegó fuerte en Santa Cruz que ya vive una situación social muy delicada. En la Uocra se declararon en estado de alerta y movilización. El mes pasado, LPO reveló que ante la parálisis de las obras, la sala de máquinas de la represa Cepernic sufrió una inundación que produjo un daño importante.
La central Jorge Cepernic se frenó con un avance de obra del 42%, mientras que la Néstor Kirchner tiene un avance del 20%, sin trabajadores activos.
En medio de estos tironeos, la canciller Mondino, el ministro de Defensa, Luis Petri, y el jefe de los espías Sergio Neiffert, estuvieron en la fiesta nacional de China organizada en el Sheraton por el embajador Wang Wei.
Sin embargo, según publicó Clarín este domingo, Santiago Caputo dijo que el Presidente se despachará contra el gigante asiático en su discurso ante la ONU, diseñado por el propio asesor presidencial como una remake del show que protagonizó en Davos, donde acusó a los empresarios mas importantes del mundo poco menos que de comunistas y se despachó contra las políticas de género y el cambio climático.