El hecho habría ocurrido hace un mes, aproximadamente, pero trascendió en estos días luego de la indignación que generó en la comunidad educativa.
En las últimas horas se conoció un hecho que ocurrió hace casi un mes, en el Colegio Monseñor Dr. Audino Rodríguez y Olmos , institución de Educación Secundaria, dependiente de la Universidad Católica de Cuyo; sobre la agresión que recibió un alumno por parte de sus compañeros.
Según fuentes policiales, la madre de un adolescente de 3er año radicó la denuncia contra los compañeros de su hijos, quienes le hicieron “un mal chiste” cuando apenas había culminado la clase de educación física, en horas de la tarde. Asegura que los adolescentes abordaron al menor, le taparon el rostro con una campera y además de propinarle golpes y patadas (los adolescentes le llaman “tochis”), le arrojaron agua caliente.
El muchacho fue asistido en la institución y su madre cuando se anotició de lo que había sucedido, radicó la denuncia en la Comisaría 13ra, ubicada en Rivadavia, según lo que pudo saber. En un primer momento, había trascendido que los menores le habían realizado todo lo contado anteriormente en el marco de estar festejando su cumpleaños y que con el afán de hacer un saludo desenfrenado, se les fue de la mano, pero las fuentes investigativas desestimaron dicha versión.
Asimismo, el adolescente atacado no sufrió lesiones de gravedad, ya que la ropa que llevaba puesta habría sido la protección de la piel ante el contacto con el agua caliente mientras que habrían sancionado a los alumnos que estuvieron involucrados en la agresión. Por su parte, la investigación continúa en el ámbito correspondiente y analizan su continuidad, ya que se trata de menores de edad.
Qué hacer si mi hijo sufre bullying
Creerle y acompañarlo es muy importante. Que sepa que nada de lo que él hace justifica que lo maltraten y que lo que está sucediendo no es su culpa ni su responsabilidad.
Una vez conversado el tema con el chico, se debe comunicar la situación a las autoridades escolares para que comiencen a trabajar con el grupo, ya que son los docentes los responsables de velar, en la escuela, por la seguridad de los niños.
No es recomendable hablar con los padres de quien hostiga al niño, ya que muchas veces a la familia le cuesta ver los aspectos negativos de su hijo.
No incentivarlos a que actúen “pagando con la misma moneda” porque eso solo aumentará la violencia.
Una opción es buscar ayuda psicológica para el niño agredido y así trabajar en la raíz del problema, reforzar su seguridad y darle herramientas para que pueda defenderse del bullying.
Dado que estas situaciones podrían dañar la confianza de un niño, es recomendable que le sugieran a su hijo que pase tiempo con otros chicos que lo aprecien, respeten y sean una influencia positiva.
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